La trazabilidad es la capacidad de rastrear y controlar todos los procesos de producción, hasta llegar al consumidor final. En otras palabras, refiere a «cuándo y dónde fue producido qué y por quién». La trazabilidad implica un monitoreo constante por parte de las empresas, lo cual permite alcanzar mejores estándares de calidad. A su vez, la trazabilidad permite a los consumidores saber de dónde provienen los productos que consumen, lo cual es un diferencial que cada vez se valora más.
Según una encuesta realizada por la Fundación del Consejo Internacional de Información Alimentaria (IFIC) más de la mitad de los consumidores estadounidenses encuestados indicaron que, reconocer los ingredientes y saber de dónde provienen los alimentos, son factores clave que afectan las decisiones de compra. A su vez, en el Reino Unido, 8 de cada 10 consumidores se informan acerca del origen de sus alimentos cuando los compran.
Algunas otras ventajas de la trazabilidad en la producción son:
- Mayor control por partida y lote.
- Potencia la imagen comercial de la marca.
- Mejoras en la gestión de stocks.
- Detección inmediata de posibles problemas.
- En caso de incidencias, es posible retirar a tiempo productos con problemas antes de llegar al consumidor final.
Por otro lado, hay una tendencia a consumir alimentos más naturales y con una producción sustentable. Según un estudio de Talkwalker y Twitter, hay un aumento en la conversación de los usuarios en Twitter respecto a la alimentación sustentable. A su vez, la IFIC también plantea que los consumidores presentan una percepción negativa hacia los aditivos sintéticos identificándolos como más tóxicos que aquellos de origen natural.
En Agrobal producimos sustentablemente aditivos naturales para animales. De este modo, es posible obtener productos alimenticios más naturales, saludables y con mayor trazabilidad, lo cual es un diferencial que tienen en cuenta las personas al elegir una marca.